Setas, setas, setas.

Esas cosas del campo.

"Planeaban un asalto y nos adelantamos".

Tradición, una palabra que tiene importantes connotaciones para muchos españoles, tradición es una palabra, pero tal vez la que más nos importa.

Tradición es ir al mismo bar, pedir lo mismo y pagar lo mismo cada día desde 1956, sin importar que el bar cerrase en 1982 y ahora allí hay un bloque de pisos en el que cada día se encuentran un vaso con restos de cerveza y unas monedas.

Tradición, señores, es lo que tratamos en la noticia de hoy, y es que ayer pudimos asistir como corresponsales de honor a la tradicional caza de la seta en Valperico de los montes. La localidad, desde hace años, en la señalada fecha del 13 de octubre, celebra la caza de la seta.

“La tradición empezó en el año 1945, los montes que rodean al pueblo estaban infestados de setas, se dice que planeaban un asalto o algo así. Gracias al arrojo de los hombres del pueblo, se evitó una tragedia en forma de ataque de setas” nos explica el alcalde del pueblo.

Desde el 45, cada año, en esta fecha tan señalada, hombres, mujeres y niños de la localidad se reúnen fuertemente armados para salir al monte. “Pasamos gran parte de la mañana preparando el asalto, luego cogemos las escopetas, pistolas, rifles, arcos, piedras… y salimos a buscar setas” explican los participantes.

Esta bella costumbre, que suele dejar a las setas como setas despachurradas, se ha repetido año tras años pese a la escasez de las propias setas algunas ocasiones. Pudimos ver en riguroso directo cómo el alcalde habría la caza con un mortero, disparando contra un pequeño grupo de hongos. “Las venenosas son las peores, hay que disparar en cuanto las ves, si no, estás muerto”.

"Hay que ser rápido, matar o morir".

Seguimos durante toda la acción a un grupo de cazadores, sorprendidos ante su rapidez cada vez que descubrían un bulto en el suelo. “Identificamos el bulto, cuando sabemos que es una seta descargamos las armas contra ellas, hay que ser rápido”.

Desde la redacción, podemos decir que nunca habíamos visto saltar por los aires una seta tras recibir alrededor de catorce impactos de balas y doce disparos de escopeta. “Normalmente para cazar se usa munición normal, pero los perdigones normales no sirven, usamos postas del 12/70 para asegurarnos la muerte de la seta” aclaran los ancianos del lugar.

Como era de esperar, encontramos a miembros de Amigos de las Setas, un grupo de gente que no tiene nada mejor que hacer que defender los derechos de las setas. “A veces se limitan a protestar, pero otros son más radicales, defienden las setas aunque tengas que disparar contra nosotros, cada año mueren entre dos y ocho personas por esa causa”.

Al terminar la cacería, llevando en un cesto los restos de las setas destrozadas, se hace un juicio público en medio de la plaza, se meten los restos en una olla enorme y se hace sopa de setas. “Antes no se hacía, pero se nos exige justificar la cacería para poder mantener la tradición”.

Cada año son más los cazadores que se apostan, mandan rehalas de perros para hacer salir a las setas, pero estas no asoman. “Alguna vez se nos ha cruzado un jabato, un alce e incluso un señor bajito con bigote, pero rara vez las espantan los perros”.

Seguiremos informando.