Atención, la redacción de Ex – Mundo advierte: Este piriódico no es apto para su lectura durante la conducción de maquinaria pesada, vehículos por autovía, durante la ingestión de alimentos sólidos o en situaciones de peligro extremo. Con este aviso deseamos evitar más muertes, gracias por su atención.

lunes, 16 de diciembre de 2013

Striper inverso

Con pasos lentos y vacilantes subimos el primer tramo de escalera, preguntándonos qué es lo que nos espera en la quinta planta. Sabemos todo lo necesario sobre Luciano Repechaero, tenemos todos los datos sobre él y podríamos escribir el artículo sin necesidad de verlo, pero hay cosas que el mundo debe saber, hay cosas que la gente merece conocer de primera mano… y además nos ha invitado a café gratis, pero vamos, café de verdad, no el agua con colorante que le doy a los becarios.
Cuando llegamos al segundo tramo de escalera, tomamos un pequeño descanso, y continuamos.
En el tercer tramo de escalera los sherpas se burlan de nosotros, por lo que los mandamos a sus casas, mientras que cogemos el equipo (una bolsa de los chinos con una libreta y un boli) y alzamos la vista hacia la escalera.
El flato nos impide seguir, subimos al ascensor. Sabemos que es sano usar las escaleras, pero dios sabe que los pisos muy altos son enemigos naturales de los gordos.
Cuando llegamos al quinto piso, Luciano nos espera ante su casa, con la puerta abierta. Es tal y como dice en su anuncio: feo de cojones.
Y es que Luciano ha innovado de forma impresionante, ha hecho lo que muchos no son capaces de hacer, capeando la crisis de manera sorprendente. Luciano es stripper inverso.
—Pues sí, soy stripper inverso, llevo ya tres meses dedicándome a esto, y la verdad es que me está yendo bastante bien. He podido pagarme el coche y, en el próximo año, confío en poder liquidar la hipoteca de mi casa, y es que ser el único stripper inverso del mundo, hace que tenga mucho trabajo —nos explica.
Pero es un término extraño, pues la mayor parte de la gente desconoce su significado,  enarca las cejas, como si esperasen una explicación, pero sin pedirla.
Al tiempo que Luciano nos sirve el café (primero a mí, y luego a los becarios), tenemos ocasión de comprobar que el piso demuestra el estatus elevado de nuestro anfitrión. Luciano tiene muebles caros, smart tv con 3D y una PS4 nuevecita. No podemos evitar sentir envidia de él, y la idea de atarlo y sacarle a golpes la ubicación de todo su efectivo, me asalta con fuerza.
—¿Qué es eso de stripper inverso? —pregunto, sacudiendo la cabeza para alejar las imágenes del robo.
A modo de respuesta, Luciano nos sonríe.
—También yo era así hace unos meses, no sabía nada del mundo, no estaba a la última. Yo me dedicaba a la construcción, ¿sabe usted?, pero con la mierda esta de la crisis, me quedé en el paro. Mi mujer me dejó, se llevó con ella a los niños y mi recopilatorio de los Estopa, pasé por una época muy mala, estuve a punto de suicidarme, incluso llegué a saltar desde el balcón, pero por aquél entonces yo vivía en un bajo, así que lo único que murió fue mi orgullo, cuando los vecinos me vieron.
Fue un día duro para Luciano, según nos cuenta. Nos relata un poco cómo ha sido su vida, pero yo no consigo comprender lo que dice. Me limito a mirarlo fijamente y asentir de vez en cuando, contemplando con atención cómo se le mueve la papada cuando habla, es hipnótica.
Cuando deja de hablar salgo del trance, y paso a preguntarle por su empleo actual.
—Muy bien todo, pero lo que yo, y todos los lectores queremos saber, es qué es eso de stripper inverso.
—Pues verá, como le dije, cuando me quedé en el paro, pasé por una mala racha.
Su papada se mueve, las palabras pierden fuerza en mis oídos, por lo que aparto la mirada, sin dejar de instar a Luciano a que hable de lo que nos interesa, y deje de contarnos su vida.
—Pues mire, lo que yo hago es llegar a una fiesta completamente desnudo, pero así, sin nada, y al ritmo de la música me voy vistiendo despacio. Cuanta más ropa me pongo, más se calientan mis clientes. Por lo general son mujeres que buscan algo nuevo, pero alguna que otra vez me han llamado para una fiesta de hombres acomplejados que, al verme en pelotas, se sienten mucho mejor.
Imaginar al repugnante representante de la raza humana que tenemos delante sin nada de ropa, hace que uno de los becarios vomite el café sobre la mesilla. Luciano, como persona acostumbrada a la reacción, limpia el estropicio con gran habilidad.
—¿Y tiene negocio con eso? —le pregunto, sorprendido.
—Bueno que si tengo. ¿Ha visto usted el ferrari que hay aparcado en la calle, delante del edificio? —asiento, pensando en el impresionante deportivo que, con premeditación y envidia, rayé antes de entrar—. Pues es de mi vecino, el Paco, el cabrón tiene el dinero por cruz. El mío es el Audi que hay aparcado detrás, que es muy buen coche también. Pues me lo he comprado con los dineros que me he sacado de este trabajo, aparte de cuatro euros que me encontré el jueves, yendo a un garito.
Asiento, recordando el Audi azul que, con premeditación y envida, al igual que la mayor parte de los coches de la calle, he rayado con mis llaves momentos antes.
Si lo he entendido bien, a Luciano le pagan para que llegue desnudo a las fiestas y, lentamente, se vaya cubriendo. Deduzco el placer que debe sentir la gente cuando semejante criatura, que parece fugada de alguna película de mutantes con mucho pelo, empieza a vestirse.
—¿Y cómo se le ocurre a uno semejante idea? —pregunto, interesado en el oficio.
—Pues la verdad es que tiene su historia, estaba yo en el baño por la mañana, me saco la chorra para mear y, en ese momento en que la mente todavía está lejos, sin la carga de los pensamientos racionales, un pensamiento, un único retazo de lógica que mi mente consciente reprimía, llegó hasta mí: Por dios, qué cosa más asquerosa —me estremezco al escuchar las palabras de Luciano, evitando imaginar la escena. El becario dos (no les pongo nombres, así no me encariño con ellos) vomita también, manchando mi taza, pero no dejo de beber. Es gratis, no hay que desperdiciar lo que es gratis—. Después, me volví hacia el lavabo y pude ver mi reflejo en el espejo, y claro, el pensamiento fue de repulsión y asco absoluto. A medida que iba despertando, empecé a pensar en cómo aprovechar todo eso que tenía.
—¿Cómo decidió cobrar por vestirse? —le pregunto.
—Yo tengo mis aficiones, ¿sabe usted? Hay gente que hace puzles, gente que juega al ordenador, y luego estoy yo, que me gusta ponerme una gabardina, un sombrero, irme al parque a dar de comer a las palomas y, cuando pasa alguna moza de buen ver, levantarme, abrir la gabardina, y enseñarle a todo el mundo lo chula que es mi camiseta, pero esa mañana no me había vestido y claro, la mujer, al borde del soponcio, me dijo que me daba cien euros si me tapaba. Entre una cosa y la otra, pues me salió la idea, y aquí estoy. Me ofrezco para despedidas de soltera, de soltero, bodas, bautizos, fiestas de empresa, reuniones de suicidas… para todo en general.
Sorprendidos por todo lo escuchado, terminamos la crónica, y vemos cómo Luciano mira el reloj.
—Es que tengo un espectáculo en media hora, ¿sabe usted?
Dejamos el piso, esta vez bajamos directamente por el ascensor, descompuestos por lo que hemos visto y oído. El aire fresco nos saluda al llegar a la calle, recibiéndonos pálidos y temblorosos. Me quito las gafas para limpiar el vómito en el chaleco del becario número uno, cuando el otro murmura.
—Joder, qué cosa más asquerosa tiene que ser verle la chorra a ese tío.
Incapaces de controlarlo, los dos vomitan sobre el asfalto, pero yo no. Mi estómago se revuelve, pero me niego. Me he tomado un café gratis, y me he comido también dos pastas que no he pagado. Santa Rita Rita…
Seguiremos informando.


jueves, 24 de octubre de 2013

Agresión por opinión

Hay dos dependientes que se llaman Manolo”.

El tufo de la noticia, después de todo el tiempo pasado lejos de las rotativas, trae de vuelta a ExMundo al mundo de los documentos virtuales que la gente mira un poco por encima, justo antes de poner en el buscador de Google “Tetas”.
Pero en esta ocasión el tufo de la noticia de un tufo intenso, desagradable y que ha conmocionado a la pequeña población de Villapaco de los Gandules.
“Todavía estamos todos consternados, no podemos creernos que haya gente con tan mala baba, como para hacer algo así”.
Y es que en la pequeña localidad hay un centro comercial de buen tamaño, con un Maxi Dia, un establecimiento de Zara, una tienda de pestañas postizas, y dos señores, que regentan una tienda de maquetas de diputados, y que los dos se llaman Manolo.
Ha sido en esta tienda en la que, sin motivo aparente, entró ayer Ambrosio el Guarro, como le apodan cariñosamente en el pueblo para que no note el asco que le tienen. Parecía dispuesto a pasar la tarde allí, imitando al resto de los compradores, restregando las narices por los escaparates para soñar con cosas que no podía comprar cuando, de pronto, se llevó la mano al bolsillo interno de su chaqueta.
“Yo, en cuanto vi que se llevaba la mano al bolsillo interior, lo único que se me ocurrió fue tirarme al suelo y suplicar piedad. Tengo una esposa y dos periquitos, tengo que volver a casa con vida” nos explica uno de los vigilantes de seguridad.
Nadie tiene muy claro si Ambrosio entró allí con malas intenciones, o sus intenciones eran buenas, pero le dio un “mal pronto” cuando vio que habían subido el IVA de las muñecas hinchables.
“Del modo que sea, lo que hizo es terrible” nos explica una dependienta, que por suerte, ha salido ya de la UCI, después de pasar horas metida en una bañera con lejía.
Ambrosio sacó del bolsillo interior de su chaqueta una bola de calcetines muy sudados, que utilizó, sin miramientos, contra todo lo que se le puso a tiro.
Golpes contra los escaparates, golpes contra los clientes, golpes contra las plantas que decoraban el centro…

No estamos preparados para tratar heridas por impacto de calcetín sudado”.

“Gritaba contra el gobierno mientras nos pegaba con los calcetines sudados en la cara. Yo le iba a pedir que no lo hiciera, pero me explicó que se estaba expresando y, claro está, yo no voy a censurar a alguien que sólo está expresando su opinión, que luego me dicen facha por la calle y no, que se exprese el pobre hombre”.
Pues sí, señores. Con la premisa de que “estaba expresando su opinión sobre la situación actual del país y los ciudadanos”, nadie tuvo valor de detener a Ambrosio, ni siquiera cuando se cebó con un señor, golpeándolo con saña, hasta dejarlo para el arrastre. Por desgracia, el señor golpeado no puede hacer declaraciones porque falleció horas después, justo cuando llegaban, con una rapidez inesperada, dos ambulancias, junto a un caracol que pasaba por el lugar.
El terrible episodio de violencia gratuita ha preocupado a las autoridades. Los agentes están preocupados ante la escalada de “violencia por opinión” que parece haberse desatado en los alrededores. “Tenemos a cuatro agentes ingresados por impacto de calcetín sudado, uno de ellos en estado muy grave, pero si intentamos detenerlos, dicen que no los dejamos opinar y nos llaman fascistas y represivos”, nos explica un agente.
La peor parte nos llega desde los centros médicos, pues, según nos han explicado diferentes especialistas, “no estamos preparados, en ningún modo, para tratar dolencias por impacto de calcetín sudado, por lo que tenemos que dejar morir a algunas de las víctimas, para que se queden libres las habitaciones y poderlas alquilar a los turistas, que así, por lo menos, nos sacamos algún dinero para comprar tiritas”, según palabras del director del cercano Hospital Nuestra Señora de los Desamparados.
Desde la redacción, confiamos en que la violencia termine, que el caos no tome nuestras calles y la excusa de “es que es mi opinión” no se ponga de moda, porque parece que la sociedad no está preparada para encarar problemas de este tipo.
Recuerden, los calcetines sudados, a la lavadora, pero si están muy sudados, al fuego. Nunca use un calcetín sudado contra otro ser humano.
Seguiremos informando.



sábado, 7 de septiembre de 2013

Señor tira la toalla y se acomoda sobre glaciar.



Todavía no se sabe el motivo.

“El puñetero se tiraba hielo a las piernas”.

Cuando Ernesto Peralta se cansó, hace tres días, de la situación de España, salió de su casa dando un sonoro portazo. Los vecinos, especialmente una vecina curiosa, le preguntaron a qué lugar lo llevaban sus pasos furiosos, a lo que Ernesto no quiso responder.
Vecinos, amigos, familiares y un tortuguita que tiró por el retrete hace veinte años y que ha regresado para buscar venganza, lo han estado buscando hasta que hace unas horas unos empleados de una gasolinera lo encontraron sentado sobre un glaciar.
“Pues sí, la gasolinera financió una expedición para buscar hielo con el que rellenar el congelador, y claro, fuimos en busca de aventuras y, sobre todo, de hielo. Nos chocó mucho cuando llegamos encontrarnos allí a un señor bajito, bigotudo y barrigón que nos instaba a irnos a tomar por culo” nos narra uno de los empleados de la gasolinera.
Alarmados por la presencia del extraño hombrecillo, dieron la voz de alarma a la Guardia Civil para informarles de su hallazgo. “El ecosistema es muy sensible, e imaginamos que un tío medio en bolas sentado en medio de la nieve, no podía ser bueno”.
Miembros de la Guardia Civil y unpar de curiosos se acercaron para investigar el asunto, reconociendo a Ernesto como el extraño humano sentado sobre un glaciar. “El muy puñetero se estaba tirando hielo en las piernas”.
Según fuentes, Ernesto Peralta explicó, de forma muy amable, que se ha hartado de tanta pamplina y tanta tontería. Se ha despelotado y espera, sentado sobre el glaciar, a quedar congelado. “Quiero ser como Disney, pero cuando me despierte voy a tener menos dinero”.
La familia y varios amigos se han acercado al lugar en el que Ernesto espera quedar congelado por completo, explicándole que de todo se sale y que tal y que pum y que chin, pero Ernesto se niega a bajar de su glaciar.

“Si nos acercamos, el muy cerdo nos tira hielo”.

“Se tira hielo por encima y dice que ya empieza a notar que se le congelan las piernas, pero que por lo demás se siente bastante bien” nos explica uno de los familiares.
Por su parte, la gasolinera ha decidido utilizar a Ernesto como logo para sus bolsas de hielo, por lo que su imagen desnuda puede dar la vuelta al mundo “siempre y cuando algún camionero compre hielo y pasee la bolsa”.
Miembros de la Guardia Civil, de la Policia Nacional y del Bar Perico el Cojo se han personado en el lugar para intentar evitar que Ernesto muera congelado sobre un glaciar, sin embargo, la ley parece amparar a este señor. “No hay en las leyes nada que impida que un señor se congele a sí mismo sobre un glaciar”.
Los agentes no han podido desalojar a Ernesto de su glaciar porque “el tío cerdo nos tira hielo encima, y está muy frío”. Se está estudiando enviar a delegados de alguna entidad bancaria para desalojarlo de su posición porque “esos tíos están más preparados y entienden más de echar gente”.
¿Podría ser Ernesto el próximo hombre congelado que encontremos en un glaciar? ¿Despertará en un futuro lejano en el que los derivados del petróleo (combustibles, plásticos, Ana Obregón…) ya no tengan un lugar dominante en el planeta y todos usemos palitos de pescado para todo? ¿Es Ernesto un visionario y logrará ver el final de la crisis cuando la tecnología avance para descongelarlo, o tendrá que conformarse con que los efectivos de la Guardia Civil lo saquen a collejas del glaciar?
Muchas preguntas para un tema espinoso, pero desde la redacción confiamos en que Ernesto cumpla su objetivo… sea el que sea.
Seguiremos informando.

miércoles, 17 de abril de 2013

Crónica de un viaje anunciado.


Lectores, lectoras, artrópodos todos: La redacción se ha mudado, Ex – Mundo, esta pequeña y maravillosa criatura que todos hemos cuidado a lo largo de los últimos años, ha cambiado. Ahora Ex – Mundo está en Alemania o, como lo llamamos los españoles que hemos venido aquí: “Alemania”.
Antes de continuar con este artículo debo decir que este viaje no había sido posible sin la no colaboración del gobierno de España, sin ese desprecio de los organismos públicos, sin el desdén de los empresarios y sobre todo no habría sido posible sin la total falta de apoyo de todo el conjunto hacia los jóvenes que buscan empleo, a veces mal llamado “deseo de aventura”.
Me he lanzado a la aventura, no por placer, por mucho que el equipo de gobierno de Rajoy crea que he cogido el coche, los bártulos, mi pareja y me he hecho 1400 kilómetros por el simple placer de dar un paseo.
Esta no es una noticia como las que solemos leer en este medio, es totalmente verídica y sobre todo, no es una noticia.
Es una crónica, la crónica de un viaje anunciado:
España es un país muy bonito, y aunque nací en lo que viene siendo el sur, dejé mi Andalucía natal para ir a vivir con mi pareja a tierras catalanas. Eso fue hace casi dos años, era joven y tenía pelo e ilusiones. Ahora estoy más curtido en estos caminos de la vida, por lo que la elevada tasa de desempleo me ha llevado a buscarme las habichuelas en tierras germanas.
Las películas nos han enseñado que los inmigrantes tienen que llegar en barco, abrigados con chaquetas y pantalones oscuros, de paño de mala calidad, con guantes sin dedos, gorrita oscura y un baúl cargado de ilusiones y una muda limpia.
Dejar España es difícil, hay mucha distancia y peajes, lo que hace difícil salir del país por tierra, imagino que por eso nuestros políticos aprovechan, porque no podemos escapar.
La salida estaba prevista para las 5:30, así que, como es de esperar, salimos a eso de las 7:00.
Ahí empieza la epopeya.
No puedo hablar del viaje sin hablar de las carreteras de Cataluña, que otra cosa no sé, pero peajes hay para reventar. Tomamos la salida equivocada y nos vimos obligados a circular por carretera nacional varios kilómetros, que oye, a primera hora la nacional tiene camiones para aburrir, y no se avanza.
Ya me conozco las carreteras después de cruzar España en coche varias veces, por lo que no hubo nada inesperado en esta parte del viaje, así que hicimos un alto en el norte de Cataluña para ir al baño y tomar algo para despertarnos, llevábamos ya casi dos horas de viaje, y sólo era el inicio.
Llegamos a la salida del peaje antes de salir de España, y como en lugar del símbolo habitual aparecía otro para colocarse en la vía de pago manual, nos liamos y metí el coche en otro sitio (algo típico al parecer, porque un señor nos señalaba hacia atrás a nosotros y a los cinco o seis coches que nos imitaron durante el tiempo que tardamos en pasar).
Y entramos en Francia. Sobre Francia sólo puedo decir unas pocas cosas.
Es un país, como algunos ya sabrán, y abundan los franceses, como es habitual en Francia. Nada más entrar al país nos topamos con un peaje, así que paramos, cogimos el ticket y seguimos nuestro camino hasta que un servidor decidió parar después de casi 3 horas desde la última parada, y de pronto, sentado en el coche, sintió la llamada de la naturaleza.
Abundan en este peaje las paradas, unos pocos aparcamientos, un mapa y unos servicios a los que entré.
Una maravilla, con un cierre en las puertas, las tazas limpias, un agujero futurista en la pared en el que metías las manos para recibir en las manos gel, agua y un chorro de aire, y lo mejor de todo, el hilo musical.
Puedes cagar a gusto, da igual si eres de los que se tiran pedos, o de esos que tienen que apretar mucho y no pueden evitar gritar como locos, o tienes un mal día y se te parte el culo allí, porque gracias al hilo musical nadie va a escuchar cómo agonizas. Una maravilla futurista.
Fue duro dejar los servicios después de usarlos, pero con los intestinos vacíos, con una sonrisa en el rostro y las manos aún húmedas por el chorro de aire, volvimos a viajar dirección Lyon.
El peaje acabó y volvió a empezar, y el precio me pareció justo, todo muy bonito.
Los problemas empezaron en Lyon, cuando la carretera empezó a hacer cosas raras terminado el peaje, con obras, mal señalizada y muchos coches con franceses que son como los españoles pero conducen peor.
Me costó un huevo, mucho sudor y mentar a algún progenitor francés cuando alguno de esos conductores de feria hacía una burrada, como intentar empujarme porque eso de ir detrás de mí no mola y adelantar por la izquierda parece ser cosa de lerdos.
Tomamos dirección París, y empezaron de nuevo los peajes… con otra empresa. Yo ya tenía los intestinos bastante aligerados, pero Silvia quería hacer pis y en uno de los peajes detuve el vehículo para consultar el mapa y que ella fuese al baño.
“¿Puedes venir un momento?”, esa fue la pregunta que me arrancó de mis pensamientos y cualquier idea de mirar el mapa, porque salí del coche y acompañé a Silvia a lo que parecían ser los servicios. ¿Lo eran?
Los servicios de las áreas de descanso de esa segunda empresa me hicieron pensar en letrinas de guerra, de hecho, creo que habría causado un efecto más agradable encontrar una pala y un letrero que dijera “Cave su propia letrina, no olvide cubrir todo con tierra, gracias”.
Un agujero, similar al de una ducha, en medio de una plataforma blanca que hacía pensar en un agujero en medio de una plataforma blanca. Desde luego, todo cubierto con orina y lo que no es orina, que Silvia estuvo a punto de vomitar de asco.
Más desagradable que eso, fue pagar el peaje, una empresa que cobraba hasta el último momento, porque tuve que pasar por caja dos veces poco antes de cruzar la frontera con Alemania.
Dejamos la autopista dirección París con sus franceses conduciendo con el culo para tomar dirección Mulhouse, decididos a cruzar la frontera. El paisaje cambión, pasando a verdes campos y bosques cerrados que le daban a uno ganas de llevar un cadáver en el maletero para enterrarlo al amparo de la noche.
Muy agradable todo.
Tras algunos problemas con los peajes y las sabladas de los mismos, cruzamos a Alemania en medio de la noche, sin darnos cuenta. Decidimos parar a descansar y hablar con la familia para calmarlos a todos un poco.
No había red móvil, así que ahora tengo un teléfono muy bonito que sólo sirve de adorno. Nos costó un huevo conseguir llamar a España, pero logramos hablar con familiares preocupados por la hora y la falta de noticias… esas madres que después de criarte, si no las llamas, piensan “Seguro que se ha matao, como si lo viera”.
Más tranquilos después de hablar con la familia, fuimos a comer una hamburguesa al bar de la gasolinera ante la que habíamos parado. Ya estábamos en Alemania, por lo que los empleados tenían el alemán como idioma predefinido y no se podía cambiar. Nos costó un huevo entender al señor, porque tras casi 15 horas de carretera, uno no entiende ni su propio idioma.
Una chica del este nos ayudó, hablaba español y nos tradujo amablemente el alemán rápido del empleado, así que comimos unas hamburguesas cojonudas.
Era tarde, y estábamos agotados, así que decidimos hacer noche allí, a pocos kilómetros de Freiburg. Descubrimos entonces que ir al baño en Alemania cuesta 70 céntimos, y que soy un tacaño con una vejiga enorme.
Dormimos a ratos en el coche, despertando con cada ruido o coche que pasaba a nuestro lado, hasta que a las 5:00 de la mañana, después de un rato de no poder dormir, empezamos a coger otra vez el sueño. Cuando estábamos mejor, me despertó un movimiento a un lateral del vehículo, y descubrí un chorro de luz a mi izquierda.
Polizei, eso ponía en el coche que había a un lado, y en la ropa de los dos agentes, un hombre y una mujer, visiblemente alemanes, que me pedían abrir la ventanilla. Obedecí, y reparé en que estábamos en el coche, que se había empañado porque llevábamos horas dentro para conservar el calor, y cubiertos con una manta.
Por la sonrisa indulgente que la agente, supuse lo que se habían esperado al ver los cristales empañados, pero el agente me dijo algo en alemán y luego me preguntó si hablaba inglés. Yo, adormilado, dije “spanish” y el agente, que estaba por defecto en alemán, cambió el idioma al español.
Revisó nuestros documentos, los papeles del coche y luego quiso saber el motivo de nuestra estancia allí y nuestro destino. Pareció conforme cuando le indicamos todo, y entendió que sólo éramos un par de viajeros agotados, así que nos saludaron y subieron a su coche para… detenerse ante el siguiente vehículo estacionado para repetir la operación.
Como nos habían desvelado, seguimos adelante por las autopistas alemanas hacia Karlsruhe, hasta que paré a repostar. Descansado y alegre por estar cerca de mi destino, no me costó mucho, por no decir nada, hablar en alemán con el empleado de la gasolinera, y después de pagar seguí camino dirección Heilbronn evitando por los pelos a un camión que decidió hacer una maniobra brusca y sin avisar.
Salimos de la carretera y por fin llegamos a Sinsheim, localidad en la que teníamos que llamar a los familiares para que nos recogiesen y guiasen a casa.
Pero los móviles seguían sin funcionar.
Tras comprobar que en Alemania no se estila el poner cabinas telefónicas, y después de estacionar el coche y apañarme para entender cómo sacar el ticket del aparcamiento, llegaba lo difícil, encontrar el modo de contactar con mi familia o llegar a Eschelbach por nuestra cuenta.
“Sprechen Sie Spanisch?” Fue la pregunta que lancé a un señor que, para mi sorpresa, asintió. Le expliqué el problema y le pregunté dónde podíamos encontrar una cabina de teléfono, ante lo que respondió ofreciéndome su teléfono móvil y diciéndome “use mi teléfono, no hay cabinas”. Tras explicarle que tenía que llamar a España, el señor sólo respondió aclarándome que tenía que añadir el prefijo 0034 al número.
Logré contactar con familia pero seguía sin tener el número del tío al que venía a buscar, y tras hablar con un par de alemanes entendí que tenía que bajar por la calle, girar a la izquierda en el semáforo, luego a la derecha y seguir todo recto para llegar a Eschelbach, y allí ya encontraría el modo de dar con mi tío.
Hice lo que entendí que tenía que hacer, y detuve el coche en lo que parecía ser un polígono industrial, delante mismo de un concesionario Seat. Seguro de mi error, deshice el camino y me encontré con una tienda de Vodafone.
Compramos un teléfono alemán, llamamos a España y logramos la información necesaria, por fin, para contactar con mi tío.
Nos dijo que esperásemos ante un concesionario de Seat, y apareció por allí para guiarme. No había entendido mal las indicaciones en alemán, sino que para llegar al pueblo había que seguir recto… atravesando el polígono industrial todo recto a partir de la Seat, allí donde desistí al principio.
Ahora estoy en casa, mareado por el cambio de altitud, imagino, con las maletas deshechas y comprobando las cosas que he vivido y otras que he dejado en el tintero. Ahora toca encontrar trabajo, pero sobre todo toca adaptarse.
Estoy contento porque me han dicho que no tengo acento cuando hablo en alemán, así que me toca aprenderlo.
Lo peor del viaje es que tengo un calcetín delante de mí, desparejado y asustado, que parece preguntarme “¿se sabe algo de mi compañero?”.
Con la nueva redacción, ahora toca adaptarse, pero con un poco de suerte, las cosas irán mejor.
Seguiremos informando.

miércoles, 3 de abril de 2013

Un yogurt pierde los estribos al saber que ya no tendrá fecha de caducidad.


Le pasaría a cualquiera.

“Hemos sacado dos yogures de la sección de limpieza”.

Como todos sabemos ya, el gobierno ha decidido que los yogures ya no tendrán fecha de caducidad sino una fecha de “consumo preferente”, que viene a ser lo mismo pero impone menos respeto.
“Se ha muerto porque se ha comido 20 yogures caducados”, pues mira, uno piensa “oye, pues tiene sentido”. Pero ahora lees “se murió por comerse 20 yogures después de pasada la fecha de consumo preferente” y piensas “menuda mariconada, si es que la gente ya no aguanta nada”.
La cuestión no está en cómo nos afectará esto a los consumidores, porque, siendo realistas, con la crisis ya no tenemos ni para yogures, así que nos la trae un poco floja porque la comida de los contenedores, aunque caducada, tiene bacterias que matan a las bacterias malas. Sí, somos afortunados.
Pero este clima de dudas y miedos hace que la tragedia esté en el aire, y que se masque, a falta de otra cosa con más sustancia que mascar (de nuevo por el tema de la crisis). Ha sucedido en Carrefur de Amposta cuando, en la sección de congelados, apareció un yogurt.
¿En la sección de congelados?, pues sí, en esa sección, y no es que me haya vuelto loco, ni tampoco que los empleados de Carrefur hayan decidido que sea el mejor sitio para el yogurt, no.
“Ha sido una protesta” nos explica uno de los empleados. “Una protesta muda, hemos sacado otros dos yogures de la sección de limpieza y a un niño pequeño de un congelador, pero al ver que no aparecía la madre lo hemos vuelto a meter para que se mantenga fresco. También había una barra de pan en la sección de mascotas, pero eso no viene al caso”.
Sí, queridos lectores, nuestros alimentos empiezan a sublevarse lentamente pero de manera clara y desafiante.
“Estaba en medio del pasillo, de pie, mirándome con la fecha de caducidad raspada de su tapa, con todos sus bífidus rezumando odio. He pasado un mal rato, incluso ha desaparecido mi hijo, y sé que lo han secuestrado ellos, los yogures. Ahora tengo mucho miedo” nos relata una clienta que salía corriendo del establecimiento.

“Los de bífidus son los peores”.

El yogurt rebelde ha provocado que la policía acudiera al establecimiento, varios agentes de la policía local, mossos, un agente de la Guardia Civil y aficionados al Call of Duty que trataron de evitar que la cosa llegara a mayores.
“Es lo más terrible que he visto en mi vida” nos cuenta uno de los agentes, “el gobierno ha querido taparlo todo, nos pidieron que le pusiéramos al yogurt una chapela y dijéramos que era cosa de ETA, pero no nos atrevíamos a acercarnos, podíamos ver en su aspecto embrutecido por gotas de humedad que no iba a tolerar nuestro contacto”.
Finalmente los agentes redujeron al yogurt inconformista, a costa de heridas y mordiscos, uno de los agentes perdió la pierna en el intento “pero no nos preocupamos, seguro que aparece cuando no la esté buscando”.
Las autoridades se llevaron el yogurt para que se calmara en una celda y tomarle declaración. Ahora nadie sabe qué era lo que buscaba el yogurt, pero los empleados de la tienda están preocupados.
“Cuando pasamos por la sección de lácteos, tenemos la sensación de que nos siguen con la mirada. Los de bífidus son los peores, porque les hierven las bacterias y, si te comes uno, hacen que te cagues encima, literalmente”.
Se esperan nuevas protestas por la medida en centros de todo el mundo, pero el clima de tensa tranquilidad parece indicar que las cosas están controladas por el momento.
“A mí esto de los yogures manifestándose no me parece mal, yo he venido a comprar carne y me he encontrado un niño en un congelador, y claro, me lo llevo para esta noche que tengo cena familiar. No tiene fecha de caducidad, pero parece un poco mustio, la cajera me ha dicho que es fresco, pero no la creo” nos explica otro cliente.
Desde la redacción, les recordamos que no compren nunca yogures cuya fecha de consumo preferente haya pasado, en especial esos que ya hayan desarrollado la capacidad de moverse por sí mismos, que tengan una sustancia verdosa-negruzca saliendo de ellos o que le sigan por el pasillo en busca de un hogar.
Si come uno de esos yogures, podría ser usted quien abriese la próxima noticia de Ex – Mundo, no sería la primera vez que los yogures causan una muerte.
Seguiremos informando.

viernes, 29 de marzo de 2013

Asegura sentir algo por “La muerta de la curva”.


El amor no entiende de vida.

“Se rellenó una denuncia ante mí”.

La Dama Blanca, la Muerta de la Curva, el Fantasma que se nos sube al coche y nos dice “oye, pues ahí me morí yo”. Son muchas las leyendas al respecto, y cientos los testigos que afirman haber visto a uno de estos seres montarse en el asiento del copiloto de sus vehículos.
La historia es tan antigua como… bueno, como la propia historia. Una noche oscura, una carretera secundaria, un tramo solitario con una curva vacía como el lavabo de señoras de un bar de esos en los que pides una tapa y te la traen las cucarachas, un vehículo a motor y un notas al volante.
A menudo hay más de un caso en el mismo lugar, una mujer joven y hermosa, que solicita que la lleven a alguna parte en mitad de la noche o que aparece sin más en el asiento del copiloto, sin que nadie la invite.
Aunque el asunto de la invitación no parece molestar mucho a Hortensio Hipócritos, el joven del que trata nuestra noticia de hoy, y es que Hortensio no sólo ha vivido el encontrarse con estas apariciones sólo una vez.
“Pues sí, estaba yo sentado en mi despacho y se empezó a rellenar una denuncia delante de mí, sin que nadie sujetase el bolígrafo” nos explica el cabo de la guardia civil que atendía el Cuartel de la Guardia Civil durante la noche en Arcos de la Frontera.
Según nos contó el sorprendido cabo, la denuncia iba firmada por “La Muerta de la Curva, que denunciaba a un tal Hortensio Hipócritos”.
La historia de La Muerta de la Curva es conocida en la zona, pero Hortensio lo ha llevado al límite. “Por lo que sabemos, Hortensio se encontró con ella una noche, se le subió en el coche y le hizo eso de señalarle el sitio en el que se había matado ella. Por lo que sabemos es el espectro de Anacleta Faustina, que falleció hace años en una curva después de despistarse al volante mientras leía un libro. Suele aparecerse con un vestido blanco, y al parecer a Hortensio le pareció sexy”.

“Por lo menos así no se droga”.

No conforme con descubrir que su pasajera estaba muerta, Hortensio volvió a pasar por la curva en que solía aparecer Anacleta, encontrando a la susodicha algunas veces hasta descubrir un horario en el que siempre la encontraría.
“Era un pesao” nos relata Julián, amigo de Hortensio, “veníamos del cine y nos hacía ir en el asiento trasero para dejarle sitio a la Dama Blanca, y cuando la veía en su curva dándonos el alto, frenaba y la saludaba. Llegó un momento en el que le decía que la dejara en paz y exigía que se marchase, pero Hortensio siempre la convencía para que viajase con nosotros hasta la curva en que se mató”.
“Estoy enamorado” explica Hortensio, incapaz de creer que Anacleta lo haya denunciado, “Entre nosotros hay algo maravilloso, y aunque ella se hace de rogar, sé que me aprecia, por eso se sube en mi coche, y por eso grita como con cariño cuando tira del volante en la curva en que se mató, haciéndome perder el control y lanzándome contra la cuneta, pero ya no me importa, porque sé que así me demuestra su cariño”.
“Si mi niño es muy bueno, no entiendo yo por qué esa muchacha no se le aparece más a menudo, que él es muy bueno y se la quiere mucho, que la trata como a una reina” explica la madre de Hortensio, consternada ante la denuncia. “Ya sé que algunas madres se tomarían mal saber que su hijo está enamorado de una muerta, pero bueno, por lo menos así no se droga ni anda con los rastas esos”.
La justicia no sabe qué hacer, porque no está contemplado el uso de la ley para este tipo de situaciones, “esto no ha pasado nunca, lo normal sería que el conductor se asustase, no que la Dama Blanca sea acosada”.
Hasta que la justicia hable, Hortensio seguirá recogiendo al espectro de Anacleta, “le voy a pedir que venga a aparecerse a mi casa, y quizá, con el tiempo, le pida que se aparezca delante de un cura”. Por su parte, La Dama Blanca, sujeta a ese lugar, incapaz de dejar de aparecerse, no tiene más remedio que subir al coche de Hortensio y, con un poco de suerte, cargárselo.
“Lo que la Dama Blanca teme es cargarse a Hortensio y que se aparezca con ella todas las noches, entonces sí que lo va a pasar mal”.
Seguiremos informando.

Encuentran un chiste malo de más de 400.000 años.


Hace mucho que se usa el humor de mala manera.

“Lo pusieron fino a base de collejas”.

El ser humano, esa criatura tan maravillosa, capaz de crear auténticas obras de ingeniería que pueden salir al espacio, pero también capaz de hacer cosas como “Crepúsculo”. Exactamente, somos seres extraños capaces de lo mejor y lo peor.
Nuestra especie lleva siglos, pero que muchos siglos, “tirando pa’lante”, sobreviviendo del mejor modo posible. ¿Y el arte?, ¿y la música?
Nadie tiene muy claro en qué momento de la evolución humana empezó a surgir todo eso, pero, al igual que la propia especie, empezó con intentos vagos y bastante absurdos que solían tener en los que se atrevían a intentarlo, efectos muy negativos.
No sólo el arte rupestre nos ha llegado desde nuestros antepasados, porque esos hombres peludos exploraron otras vertientes de la inventiva humana. “No era sano para ellos, por lo que hemos podido descubrir, ser un artista en medio de una horda de hombres bestia, provocaba todo tipo de dolencias” nos explica el Doctor Metacarpo, que estudia los restos fósiles que han aparecido en la famosa Sima de los Huesos, en Atapuerca.
Ya se encontraron tiempo atrás los restos de lo que parecía una rudimentaria guitarra de hueso, “nos costó entender que se trataba de un instrumento, porque estaba alojada en la lomera de un individuo, al que habían propinado una brutal paliza”.
En esta ocasión el Doctor Metacarpo y su equipo localizaron los restos, muy bien conservados, de Ambrosio, como han bautizado al ejemplar de Homo heidelbergensis que estudian en la actualizad. “Lo más llamativo de este individuo, además de que es uno de los esqueletos más completos que se han localizado, es el motivo de su muerte”, explica el Doctor Metacarpo mientras exhibe, con orgullo, un hueso de los que han encontrado.
“Todo indica a que falleció debido a repetidos golpes en la zona de la nuca”. Según todas las teorías, Ambrosio vivió hacia 400.000 años y murió debido a lo que vulgarmente se conoce como “una paliza, sí señores, lo pusieron fino a base de collejas, tal y como demuestra la postura de sus cervicales y el daño en la base del cráneo”.

“El chiste nació en una sociedad ruda de gustos rudos”.

Y el motivo, siempre según las teorías, fue ese hueso que se encontró con él, un hueso tallado con escenas, un mensaje desde el otro lado de los tiempos.
“Los análisis del hueso y de las escenas que hay en él, indican que es un chiste, el primer chiste del que se tiene constancia y, sobre todo, el primer chiste malo”.
Después de los esfuerzos concentrados en este antiguo chiste malo, el equipo que ha estudiado las escenas grabadas en el hueso ha llegado a la conclusión de que pueden reconstruir el chiste, tal vez el primer chiste de la humanidad.
“Para que la gente entienda el sentido de esta broma, tiene que comprender primero que este chiste nació en una sociedad de gente ruda de gustos rudos” nos indican el Doctor Metacarpo, antes de explicarnos el chiste.
“Está pensado para que la primera parte la diga un individuo, que obtenga una respuesta por parte de un segundo individuo y finalmente viene la broma:
-¿Sabes que hace Ambrosio con este trozo de granito?
-No, ¿qué hace Ambrosio con este trozo de granito?
-Aportar su granito (acto seguido el chistador aporrea al chistado con el trozo de granito)”.
“Es, evidentemente, una broma burda y cruel, pero estamos ante los primeros torpes pasos del humor y su aplicación práctica. Resulta extraño mirar las cuencas vacías de Ambrosio y pensar que tampoco estamos tan lejos de él”.
La Sima de los Huesos ya nos ha dado montones de muestras de cómo eran nuestros antepasados, y viendo esta broma, todos podemos sentirnos un poco más cerca de Ambrosio, un Homo Heidelbergensis que vivió hace 400.000 años, que creó el primer chiste malo de la historia.
Y pagó por ello con su vida.
Seguiremos informando.

miércoles, 27 de marzo de 2013

El huevo de la discordia, el día de la ruptura.


Seguimos vivos, demos gracias al Huevo.

“El Huevo hablaba en una extraña lengua”.

El mundo, esa cosa redondeada y grande en la que vivimos todos juntos, desorganizados y apiñados como una comuna de hipis, sigue entero.
Cientos, miles de personas viven todavía sobre su superficie, parejas que se aman, parejas que no se aman y parejas que todavía no saben que el otro está mirando a la vecina mientras se cambia en el baño, sin saber que las cortinas están descorridas.
El mundo ha sobrevivido una vez más.
¿Pero durará?
El Huevo de la Discordia, del que ya hablamos en nuestra última entrada, ha sido abierto. ¿Estamos todos a salvo? Es posible, pero la reacción de las personas no se ha hecho esperar.
Todos hemos oído los rumores de que el Huevo de la Discordia emitía una extraña lengua, como una letanía.
También se ha hablado de los sucesos paranormales que han tenido lugar en el entorno cercano al huevo, tal y como nos comentó la descubridora del mismo: “Se escuchaban pasos en las cercanías del Huevo, nos sentíamos observados en su proximidad y pude abrir un bote que llevaba mucho rato sin poder abrir”.
Ha sido un día difícil, varias sectas han aprovechado el momento para suicidarse en masa “y entrar en sintonía con el mundo interior del Huevo”, y lo bueno de las sectas es que lo hicieron después de una orgía.
Y ahora hablaremos del momento más trágico, el más preocupante. El momento en que el Huevo de la Discordia fue abierto. Con un golpe seco, y usando ambas manos para separar la cáscara (de un material todavía desconocido en nuestro planeta, que cedió como la cáscara pero emitió un sonido parecido a una protesta al quebrarse), el Huevo se abrió.

“Puede haber provocado un agujero en la realidad”.

Nadie tiene muy claro qué sucedió en ese momento, pero nuestro enviado aseguró sentir algo, “fue como si el tiempo se curvase alrededor de ese huevo, como si dentro de la cáscara, atrapado, hubiese todo un microcosmos con todas las cosas hermosas posibles. Vida, estrellas, militares sin camiseta, mares, islas… y en ese momento fue como si todo se desvaneciese, como si lo que cayó de la cáscara o, como yo lo llamo, Contenedor Cero, no fuese lo que realmente se escondía originalmente ahí”.
Dos yemas se precipitaron desde la cáscara ante la atónita vista de todas las personas reunidas, de los cuales, muchos aseguraron sentir “como si algo que no podíamos ver saliese del Huevo”. Otros se sintieron diferentes “era como si todo el dolor del mundo se concentrase en ese punto del mundo, como cuando piensas que es un pedo, y resulta ser diarrea”.
Los expertos afirman que, al romper el Huevo de la Discordia, podrían haber creado un túnel a través de las dimensiones, capaz de cruzar el espacio y el tiempo. “Lo natural sería que si la descubridora va en medio de la noche por la casa y pasa por el punto exacto en el que se abrió el Huevo, a veces tenga la posibilidad de vislumbrar ciudades, bestias o cualquier tipo de cosas que sea que haya al otro lado del agujero en la realidad”.
Por otra parte, como siempre, hay algunos tarados que insisten en decir que “sólo era un huevo grande con dos yemas”, pero para hablar de necedades como huevos que sólo son huevos, o de que hace mucho frío, llueve mucho o hace calor… ya tenemos a los medios oficiales, y no pensamos quitarles el trabajo.
Y si ven un dinosaurio que se come a su perro, recuerden, nosotros ya hemos avisado, el Huevo se ha roto, todo puede pasar ahora.
Seguiremos informando.

El Huevo de la Discordia.


¿El fin del mundo está cerca?

La vida ha vuelto a sorprendernos.

¿Hay vida más allá de nuestro cielo?, pero no vida en plan “oh, mira, una molécula que me está mirando” “¿le has puesto nombre?” “Sí, se llama Phil”. No, lectores, lectoras y demás seres que han llegado aquí por error, hablamos de Vida, así, a lo mayúsculas porque sí.
La vida, ah señores, la vida, esa cosa que evolucionó desde el barro, arrastrándose por el fango y arrancando de él su sustento, usando la tierra misma a modo de vientre en el que formarse. ¿Ha pasado en otros lugares? ¿Ha pasado más allá de nuestros cielos?
Desde luego, sabemos que ha pasado, no sería la primera vez que este medio informa sobre un avistamiento, un encuentro extraño o una receta de cocina inconclusa. Están ahí fuera, al otro lado de nuestro firmamento, vigilándonos mientras estas miserables formas de vida que se arrastraron por el fango miran el barro del que salieron con asco mientras dicen algo que suena a “pues yo no voy a pasar por aquí, qué asco”.
Dejemos por un momento las tonterías, porque la vida ha sorprendido a la especie humana una vez más, del mismo modo que un piano con plumas que sale de detrás de una pared diciendo “bú”.
Un huevo, pero no un huevo cualquiera, sino una bestia de una tamaño muy superior al habitual, ha aparecido en nuestro planeta. ¿Un huevo de qué?, se preguntarán nuestros lectores.
Ahí está el problema.
El misterioso huevo ha aparecido en tierras gallegas, encontrado por una de nuestras lectoras, Raquel, a la que a partir de ahora llamaremos simplemente “la descubridora” para preservar su anonimato.

“Lo pienso abrir igual”.

La descubridora se puso en contacto con este medio para contarnos todo lo referente a este extraño huevo, contándonos cosas extrañas acerca de él. “Es extraño, es demasiado grande para que eso haya salido de una gallina, es imposible” nos explica Ra… la descubridora.
No sólo tiene un tamaño colosal, tal y cómo podemos apreciar en la imagen, sino que, según parece ser, el extraño huevo actúa de manera chulesca cuando está entre otros huevos, confabula con ellos y se queda en silencio cuando alguien se acerca.



El Huevo de la Discordia. Algunos dicen que habla, otros que está esperando su momento. ¿Servidor?, seguro que dentro hay un señor calvo, con bigote, gafas de montura redonda, barrigudo y con una libreta en la que anotará la reacción de los que lo abran.
Escalofriante.




“Es un huevo de alien, que ha caído en la tierra por error” dice uno de los expertos que ha analizado el huevo.
No es la única teoría, ya que se ha hablado mucho del Huevo de la Discordia, como lo han bautizado los curiosos que han ido a verlo. Se habla mucho sobre las posibilidades de que en su interior haya una sencilla yema, e incluso dos.
Pero el Huevo de la Discordia habla, dicen los entendidos que usa un lenguaje que sólo se ha oído en la nave de Roswell, otros que su cáscara está llena de grabados que sólo los calvos pueden ver, grabados que hablan sobre el fin del mundo.
¿Y si el Huevo ha venido a la Tierra a estudiarnos? ¿Es el Huevo heraldo del fin del mundo? ¿Se trata de un fragmento del meteorito que cayó en la Tierra, dispuesto a revelarnos cosas extrañas y maravillosas?
O, tal vez, y sólo tal vez, no haya dinosaurios, ni señores bajitos ni aliens en su interior. Se baraja la posibilidad de que en su interior haya simple y aburrida yema, una de las cosas más discutidas debido su desmesurado tamaño.
“Me da igual lo que haya, lo pienso abrir igual” asegura la descubridora del Huevo.
Y sí, será abierto, tal vez desatando así la muerte y la destrucción, derramando desde sus entrañas las más grotescas criaturas que quieran tomar nuestro mundo para destruirnos… o derramando la yema, que todo puede pasar.
Imagen de archivo de Mamberto, lo último que salió de un huevo desconocido. La pobre criatura nunca    supo qué era. Nadaba, corría... dejó este mundo cuando trató de volar, lanzándose desde un acantilado.
Descanse en paz, Mamberto, los familiares de los inocentes a los que despedazaste no te olvidan.

Desde Ex – Mundo, siempre pensando en la seguridad de la gente, recomendamos cerrar las puertas y ventanas durante todo el día y, en el caso de ver alguna criatura extraña que vaya por la calle devorando a la gente, absténganse de entrar en su boca.
Seguiremos informando.

jueves, 3 de enero de 2013

¿Un gordo en la luna para 2013?


El orgullo patrio en juego.

“Se lo conoce como el que limpia la vomitona de los aspirantes”.

¿Quién no conoce la centrifugadora espacial?, bueno, igual por ese nombre no es popular, pero si os hablo de la máquina de marear astronautas, esa que da vueltas a los aspirantes como si fuese una batidora y ellos… bueno, pues un extremo de la cuchilla de la batidora.
Ha sido una de estas máquinas la que ha hecho que todo el mundo recobre interés en el programa espacial cuando esta mañana nos despertábamos con una inquietante noticia.
Se reanuda la carrera espacial.
La luna, años de olvido de nuestro satélite mientras la especie humana se queda en casita, porque ya no hay nada mejor que hacer fuera del planeta, vuelve a ser el blanco de esta carrera espacial, y es que los diferentes países han decidido que tienen que ser los primeros en esta segunda gran carrera.
Todo comenzó cuando Wenceslao Perillez, técnico de mantenimiento de la Agencia Espacial Europea (ESA), conocido vulgarmente como “el que limpia la vomitona de los aspirantes” aprovechó que estaba al lado de la máquina para pedirle a su compañero que le hiciera una foto con su móvil y así, poderla subir a Facebook.
Así empezó todo, con una inocente foto de Wenceslao, de 145 kilos de peso, sentado en uno de los extremos del artilugio, con un inocente comentario: “El próximo astronauta que pisará la luna, jajaja xD”.
Nadie tiene muy claro cómo, pero en EEUU la NASA tuvo conocimiento de esta foto, y al ver la imagen de tan robusto señor montado en la centrifugadora espacial, provocó una avalancha de comentarios hacia el presidente.
Por si con eso no bastase, también la Agencia Espacial Federal Rusa (Роскосмос) tuvo conocimiento de la foto de Wenceslao. Ya la noticia era imparable y todo el mundo volvía a sumirse en el caos: En Europa se están entrenando gordos para ser los primeros hombres con sobrepeso en pisar la luna y, quizá, tratar de llegar a Marte.

“Si el gordo cobra mucho, traemos a varios extranjeros por la mitad de precio”.

“La respuesta de la NASA fue tan rápida, que nos  dejó a todos un poco sorprendidos cuando supimos lo que pasaba, nos enviaron un archivo con una imagen y un texto que reza: El nuestro es más gordo y lo lanzaremos antes”. Nos explica un portavoz de la ESA, mostrándonos la imagen de un estadounidense de, al menos, doscientos kilos, en las primeras pruebas para ser astronauta.
Cuando la ESA, sorprendidos todos por lo sucedido, desmintió la teoría, apareció España. El presidente de nuestro país, decidido a demostrar a todo el mundo que es capaz de hacer algo, ha decidido que España será el primer país en enviar un gordo al espacio, y para ello ya ha empezado a hablar con Wenceslao, que para algo lo empezó todo, para saber si está dispuesto a llevar el orgullo español hasta la luna.
“Nosotros descubrimos América, vale que fue con una subcontrata de un tío que era genovés, italiano, vasco… da igual. Ahora vamos a ser los primeros en mandar un gordo a la luna, y de ahí, a ver hasta dónde llegamos”.
Ya se está ajustando el presupuesto y preparando los cocidos en cápsulas para mantener el gordo, gordo. “No queremos que llegue a allí y ya esté delgado” nos explican.
Como apunte final, dispuestos a competir con todo el mundo en esta inusitada carrera espacial, la afamada marca Hacendado se ocupará de diseñar y fabricar una nave para tal empresa, a condición de poderla comercializar en Mercadona después de la misión “si todo sale bien”.
Se habla de que el gobierno de España está pensando en contratar gordos en otros países para “abaratar costes si el gordo elegido nos cobra mucho”, lo que pondría en peligro la calidad de la tan afamada “marca España”.
Wenceslao, muy emocionado por todo lo que sucede, ignorando la posibilidad de que sea un inmigrante polaco quien haga su trabajo, ha dado las gracias a todo el mundo. “Mi médico me dijo que tenía que dejar de comer tanto y adelgazar, ahora no sabe qué decirme porque voy a ser el primer gordo en pisar la luna… y encima, español”.
Seguiremos informando.