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domingo, 2 de octubre de 2011

Los pollos van al banco.

No, no es coña. 

"No era una banda organizada".
 
Los vecinos de Amposta se han quedado impresionados ante los extraños acontecimientos acaecidos durante la mañana de ayer en la sucursal de BBVA. Según fuentes fiables y poco contrastadas, un atraco a mano armada provocó una situación de rehenes “bastante incómodo todo, la verdad”.
La gente, al ver que se amontonaban los agentes de la policía local, los mossos y un tío con un saco de trigo que no dejaba de llamar a alguien, empezaron a crear rumores y leyendas sobre el atraco.
“Resulta que al final no era una banda organizada de ladrones rumanos, como pensamos en un principio” nos explica una vecina.
Debido a un fallo en los sistemas de sonorización, la “alarma silenciosa” hizo saltar el sistema antiincendios del local, provocando un fallo en el circuito eléctrico y una llamarada en el exterior. “Lo que nos hizo entender que algo malo pasaba en el banco, fue ver a los pensionistas en la puerta, mirando al interior con sus cartillas en las manos pero sin entrar a cobrar sus pensiones, ahí nos dimos cuenta de que algo pasaba”.
Los reporteros de Ex – Mundo se acercaron a los agentes, que no aceptaron hacer declaraciones, todo lo contrario que el señor con el saco de trigo, que nos dio una explicación detallada sobre lo que estaba pasando.
“Hace dos semanas que me empecé a percatar de que, en mi granja, algo estaba pasando. Fingí no darme cuenta, pero fue necesario que empezase a vigilar a escondidas a mis gallinas, porque estaban actuando de una forma muy extraña” nos relató el hombre.
Un grupo de gallinas ponedoras hartas del encarcelamiento, decididas a luchar por su libertad empezaron a cavar un túnel para escapar de la granja, logrando cumplir su objetivo con las primeras horas del alba.
“Cuando llegué por la mañana para ponerles la comida, descubrí en el corral planos de un túnel, señuelos que no me engañaron y la última remesa de huevos recién puestos”. 

"Un par de marsupiales resultaron heridos". 

Alertó a las autoridades que empezaron a investigar al momento, dispuestas a evitar una desgracia. Siguiendo la pista a los plumíferos, se descubrió que, en su alocada huída, habían conseguido escopetas de caza y un coche que robaron a un descuidado. 
“El grupo de gallinas, armadas y con vehículo, decidieron al parecer que necesitaban dinero para escapar hacia una nueva vida, por lo que se cree, planeaban usar el dinero para comprar un pedazo de tierra en el que construir y mantenerse alejadas de su antiguo dueño”.
Los agentes rodearon el vehículo en que esperaba una de las gallinas, arrestándola pese a que trató de escapar. “Cuando las gallinas que estaban en el banco salieron al exterior, nos vieron y volvieron a entrar, disparando contra nuestros coches, hiriendo en el tiroteo a un par de marsupiales que pasaban por la zona, nada grave”.
Tras seis horas de espera, las negociaciones entre la banda de gallinas y un negociador dieron su fruto, consiguiéndose así que dejasen las armas y liberasen a los rehenes.
La mayor parte de las gallinas fue arrestada, pero por solicitud expresa del dueño de las mismas, es posible que la mayor parte de ellas vuelva a su hogar. “No todas son igual de malas, hay una que es la cabecilla, siempre lo ha sido, seguro que fue la primera en planear todo esto”.
Queridos lectores, todos sabemos que algún día las aves de corral se alzarán contra el hombre, luchando por nuestra posición de raza dominante sobre nuestro planeta. La pregunta que deseo haceros es… ¿Esa guerra ha estallado ya?
Seguiremos informando.

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