Atención, la redacción de Ex – Mundo advierte: Este piriódico no es apto para su lectura durante la conducción de maquinaria pesada, vehículos por autovía, durante la ingestión de alimentos sólidos o en situaciones de peligro extremo. Con este aviso deseamos evitar más muertes, gracias por su atención.

lunes, 29 de octubre de 2012

El caso más terrible.


Españoles: ¿tontos o racistas?

“Ambos fueron a denunciar la actitud racista”.

A veces, desde este piriódico (que no periódico, recuerden), tenemos la mala suerte de informar de casos terribles y abominables, casos que hacen que se nos retuerza el alma y queramos limitarnos a hacer noticias sobre gatitos que hacen surf o periquitos que… bueno, que también hacen surf.
Pero somos serios, no vamos a rebajarnos al nivel de periodismo televisivo, lo contamos todo, y este caso, uno de estos casos que llevan la depravación al límite, empieza con dos personas. Mª Dolores, mujer entrada en años que caminaba por la calle a altas horas de la noche asiendo su bolso con fuerza bajo el brazo, como solía hacer cada noche, no reparó en que una sombra se cernía sobre ella, una sombra negra y terrible que, no sólo se cernía sobre ella, sino también sobre Kingsley, nigeriano de 28 años que la seguía de cerca, cuchillo en mano, para cortarle el pescuezo como a un pavo en navidad “y quitarle el bolso para tener para comer”, según ha confesado el propio Kingsley.
La sombra del odio.
Pero ni Kingsley consiguió su propósito ni Mª Dolores perdió la vida, y todo por uno de estos seres que tanto abundan hoy día, un joven de 22 años, Perico, quien paseaba a su perro por aquellas calles “seguramente para que cagara y dejar la mierda tirada, como si lo viera” según el juez del caso, que al grito de “¡Cuidado que te va a matar el negro!” obligó a Mª Dolores a mirar hacia atrás.
Pero Kingsley, cruzándose de brazos, dijo entonces “así no” y, molesto por la actitud “racista y denigrante” de Perico, se negó a hacer nada. Fue entonces cuando Mª Dolores, también ofendida por lo que consideraba un insulto hacia el nigeriano, acudió a denunciar a Perico,
junto a Kingsley, por insultos racistas.

“Se pasa el día escuchando a los Beethoven esos”.

“A ver, que el pobre chico quería matarme, vale que eso está feo, pero es que también tiene que comer de algo, que ha llegado de su país y tiene que conseguirse las habichuelas. Además, tampoco sabemos si me iba a matar o sólo paseaba su cuchillo”.
“Uno oye hablar de estas cosas, pero es que esto es la gota que colma el vaso” desclaró Kingsley ante las autoridades, “que yo vaya a cometer un delito no quiere decir que nadie tenga que llamarme de ninguna manera”.
Desde la acusación, se exige que Perico reciba su merecido por “hacer ver a una persona el color de su piel cuando esa persona es diferente pero igual ante la ley”.
“Si es que no sé qué hacer con Perico, si es que se pasa el día estudiando para arquitecto, escuchando a los Beethoven, los Mozart y esos otros de música rara que él escucha” nos explica la madre, afligida. “Yo siempre traté de inculcarle a mi niño que los inmigrantes también son personas como nosotros, pero de los que nunca hay que decir nada malo”.
Perico, quien no comprende a qué se debe todo esto, declaró en su defensa que “yo sólo quise salvar a la señora, me pareció estúpido insultar a nadie, dije negro porque… coño, porque es negro, no por otra cosa”.
“Pues yo no le pedí que me salvara”, fue la tajante respuesta de Mª Dolores, quien se ofreció a que Kingsley le cortase el cuello, pero el nigeriano negó, alegando que “en un país racista lleno de blanquitos de mierda, yo prefiero no cortarle el cuello a nadie, que antes muerto a matar a nadie para que luego me digan negro un montón de mierdas de pájaro”.
Perico se enfrenta a la posibilidad de pasar 12 años encerrado en la cárcel por su conducta “antisocial y xenófoba”, y aunque el joven no comprende la situación, ya le están llegando insultos y amenazas desde toda España a él y su familia.
“Da gusto cuando el país se muestra solidario con la situación de un pobre inmigrante nigeriano” declaró el juez al saber de las amenazas, “se las merece”.
Seguiremos informando.

martes, 16 de octubre de 2012

Leyendas urbanas: El vaquero de los pollos.


¿Mito de nuestro tiempo o realidad aterradora?

“Era como un hombre…, pero a caballo”.

El mundo siempre ha sido un lugar extraño, difícil de comprender nos pongamos como nos pongamos.  Coches rápidos, sexo rápido, comidas rápidas y picoteo entre horas, han convertido la sociedad en un lugar extraño, sórdido e irreconocible.
Este cambio, a peor según algunos, choca enormemente con la idea que tenían los hombres cuando llevaron la civilización a lo largo de las interminables praderas de los EEUU, cazando indios y comiendo búfalos, y esto podría ser un buen principio para comprender lo sucedido a Manuel Real, una persona que fue encontrada muerta en el portal de su casa ayer hacia mediodía con heridas terribles en su rostro.
Vecinos, curiosos y algún que otro agente que por casualidad pasaban por allí detuvieron su marcha para contemplar al finado, para hacerle fotos y subirlas al Facebook o para hacerse fotos con él y subirlas a… pues a Facebook, pero con el comentario de “Yo con un muerto”.
“Se especuló con el procedimiento pero finalmente llegó la ambulancia, y lo llevó al hospital, donde ingresó muerto y fue pasado a planta por si hay alguna mejoría, pero el proceso de descomposición nos indica que no, que no creemos que la haya” nos explica uno de los médicos que ha estado atendiendo a este pobre hombre.
Lo interesante del caso son las palabras de una vecina cotilla que en el momento de la agresión estaba asomada en la ventana y asegura haber visto al agresor. “Era como un hombre, pero en lugar de ir en un coche estaba en un caballo, como si fuese piloto de caballos. Le tiró algo a Manuel y se fue con el caballo, era como esos de las películas del oeste que de vez en cuando mira mi Paco en la tele”.

“El vídeo muestra imágenes extrañas”.

Efectivamente, la policía sospecha que se trata de un vaquero que ha atacado a Manuel con un objeto contundente, lanzado con mucha fuerza. “Las heridas que muestra en el cráneo indican que, posiblemente, el arma homicida sea una gallina viva, es lo único que encaja con la fractura del cráneo” nos explica uno de los médicos que atiende a Manuel, “quien insiste tercamente en permanecer muerto y pudrirse lentamente con tal de no hacer declaraciones”.
Un hecho aislado, según algunos agentes de la policía, de no ser porque en las redes se está extendiendo el rumor de un vídeo, un extraño vídeo que circula por internet y que no contiene ni porno ni imágenes adorables de gatitos, sino unas extrañas imágenes de un vaquero con una gallina al hombro, tarareando una cancioncilla pegadiza.
Recibimos una llamada en la redacción de un testigo que aseguraba haber visto el vídeo. “A la mañana siguiente recibí un telegrama que decía, únicamente, siete días laborables” nos explica, mostrándonos dicho telegrama.
Se habla en las calles de mito urbano, de leyenda de nuestros tiempos y de bromas de mal gusto. Y sin embargo, aún ahora, mientras desde la redacción se escribe esta noticia, Manuel sigue sin mostrar mejoría y cada vez está más claro que murió por impacto de gallina.
El vaquero de la gallina, ¿mito o realidad?, ya son muchos los que aseguran haberlo visto viajando en el metro, a lomos de su leal caballo y con una gallina al hombro, cual loro sobrealimentado, lista para ser el arma de combate, saludando a las damas y marchándose hacia el sol del atardecer, buscando tal vez, a su próxima víctima.
Seguiremos informando.

sábado, 13 de octubre de 2012

Superhéroe abatido en las calles.


Un caso que nos demuestra el peligro al que se enfrentan cada día.

“Mi Manolo las crisis las ha llevado siempre, muy mal”.

Superhéroes, esas criaturas a las que les pica una araña, un gato o un caracol y, de pronto, empiezan a tejer telas (pero no como las abuelas, sino con un gesto…, pero no como las abuelas), empiezan a corretear por la oscuridad y los tejados o, de pronto, empiezan a babear y salir después de llover para mordisquear los tallos tiernos y verdes.
Estos seres casi divinos nacidos de la imaginación de autores, llevados al cine y famosos por sus productos, no son reales, no son personas de verdad que tienen que pagar facturas y llevar pan a sus casas para que sus churumbeles puedan comer. Pero Manolo Alféizar, sí era un hombre de verdad.
Hombre entregado a su familia, entrando ya en los cuarenta años, con una alopecia que empezaba a ganarle terreno a su pelo y los efectos de fines de semanas de futbol y cerveza, patentes en un estómago amplio y peludo. Así es como lo recuerdan sus vecinos, como un hombre amable que trabajaba en la construcción hasta que estalló la burbuja y se quedó en el paro, con una mujer, dos hijos y un amigo que mantener.
“Mi Manolo las crisis siempre las ha llevado muy mal, y claro, la crisis de los cuarenta, no iba a ser menos” nos explica su esposa, desolada.
“El problema de estos jóvenes de hoy día es que tienen demasiada tele y demasiadas pamplinas, yo la crisis de los cuarenta me la pasé en Ibiza, persiguiendo alemanas como un loco, como tiene que ser” explica el suegro de Manolo.
Y es que Manolo empezó a tener una segunda vida cuando, haciendo un apaño en casa de un amigo “que seguro que cobraba en negro, como si lo viera” según palabras de Rajoy, se pellizcó en la mano entre dos adoquines.

“Interceptó la señal de la policía”.

“Se volvió hacia mí y me dijo: Tío, me ha mordido un adoquín, a ver si ahora me pasa algo como al espiderman ese. Aunque a mí me extrañaría, porque ni hay centrales nucelares de esas por aquí, ni los adoquines parecían radioastivo de esos”, nos cuenta Epigastrio, quien estaba con Manolo durante su pequeño accidente. También fue Epigastrio quien aceptó tomar el papel de aliado de Manolo cuando, decidido a hacer algo con su vida, tomó el nombre de Hombre Adoquín. “Pues sí, se puso unas mallas grises de lo más hortera que no le favorecían en nada, y me dijo que él ya no era humano, que ahora su cuerpo era duro como un adoquín, y que podía luchar contra el mal porque las balas no le hacían efecto”.
Las cosas no iban nada mal para el Hombre Adoquín hasta que descubrió por la señal de la policía que unos vándalos se estaban dando de leches en la vía pública. “No tiene misterio ninguno, el cabo de la policía estaba gritándolo en la puerta de la comisaría” nos relata Epigastrio.
Según todos los testigos y el atestado policial, “Un tipo vestido de manera ridícula se plantó en medio de los jóvenes, y les gritó que ahora él protegía a las buenas personas de los vándalos. Cuando uno de ellos sacó una pistola, aseguró que las balas no le afectaban, por lo que dejaron el arma a un lado y se fueron hacia él”.
No hay prueba alguna de que el Hombre Adoquín fuese invulnerable a las balas, sin embargo tenemos la certeza de que, en el momento en el que doce tipos furiosos se lanzaron sobre él armados con palos y piedras, no era invulnerable a dichos elementos.  
“Todavía estamos intentando separarle el cogote del esternón, pero creemos que podría sobrevivir. Nos ha costado un buen rato entender qué era lo que pasaba al pobre hombre, sobre todo porque con el tema de los recortes”.
Las informaciones dicen que, tras varias horas en la sala de espera, donde un médico insistió en que lo que tenía, “era mucho cuento”, fue atendido más o menos bien.
Desde la redacción informamos que este héroe callejero sigue en estado grave, más muerto que vivo, pero un tic de su brazo indicó a los médicos que se alegró de saber que, aunque él ha quedado mal, “las barras de hierro con las que le golpearon, han quedado peor”.
Seguiremos informando. 

viernes, 12 de octubre de 2012

Una stripper muerta pone en riesgo una celebración.


“Si es que ya no hay profesionalidad”.

“Por más que le grito, no sale”.

Hay veces en que lo más terrible, las cosas más chungas y malas que pueden suceder, vienen precedidas por el deseo de hacer algo bueno. Estas buenas intenciones que terminan en acciones que se tuercen para salir mal han acompañado al hombre desde el principio de los tiempos, desde que Adán pensó que estaría bien hacerle a Eva un cuadro con macarrones que representar su amor, y terminó haciendo un cuadro con macarrones que representaba a un águila comiéndose la tripa de una rata.
No es la única muestra de esas buenas acciones para regocijo de otros que terminan convirtiéndose en terribles actos e incómodas situaciones que nos muestra la misma biblia, ya que no podemos olvidar cuando Dios le pidió a Jonás que fuese a buscarle un anillo en el agua y apareció un cetáceo furioso que lo usó como merienda.
Y así llegamos hasta nuestros tiempos, cuando buenas acciones siguen terminando en desastre por cuestión de azar, mala suerte o simple mala leche de los hados, que están en todo.
La noticia saltó cuando Ernesto Aprieto, vecino de Villamartín, el día de la despedida de soltero de su primo, dejó un intrigante y preocupante comentario en su estado de facebook: “Una pregunta... ¿A la stripper se la mete en la tarta antes de meter la tarta en el horno, o antes de servir la tarta? Porque creo que era antes de entrar al horno... pero por más que le grito, no sale...”
Con toda la buena intención del mundo, Ernesto organizó la despedida de soltero con una moza que salía de la tarta en el momento clave de la noche, con todo lo que viene siendo el tema al aire “pero con bufanda, que no se constipe”, para deleitar a los presentes con un baile sensual.

“Pensamos que todo estaba perdido”.

De no ser por un pequeño y absurdo detalle, la fiesta habría llegado a su final sin más preocupaciones que el propio matrimonio, de hecho, de no ser por ese detalle, los agentes y el forense se habrían quedado para pasarlo bien y no para trabajar.
“Yo es que le pregunté a ella, pero me dijo que era la primera vez que salía de un tarta, y claro, yo pensaba que primero se metía la chica y luego se horneaba el pastel para que quedara todo uniforme” nos explicaba Ernesto, todavía dolido por lo sucedido.
Las altas temperaturas del horno, y la escasa resistencia de la pobre chica al calor, hicieron el resto, acabando con el futuro de la muchacha y, por poco, con la fiesta. Pero esta noticia tiene final feliz.
“Pensamos que todo estaba perdido, pero entonces llamamos a la hija del panadero, que siempre ha dicho que quiere ser actriz, y cuando se llevaron a la stripper, la metimos en la tarta para que saliera bailando con lo que viene siendo todo el tema, al aire” nos cuenta Ernesto, aliviado por la manera en que les sonrió la suerte.
La despedida de soltero fue un éxito gracias a la asistencia de agentes y forenses que decidieron quedarse “para relajarse después del trabajo”.
Ahora todos esperan para ver si denuncian a la stripper muerta por su mal obrar al morir durante los preparativos de la fiesta y no avisar con antelación para ser sustituida. “De no ser por la hija del panadero, la cosa podría acabar en indemnización millonaria hacia los organizadores, ha tenido suerte”.
Seguiremos informando.