La lucha entre un hombre y su panda interior.

O exterior...

"Tendré pesadillas y sueños eróticos con ello".

El ser humano es un cazador definitivo, pero Perico de la Cabra, es un súper cazador. No tiene garras retráctiles, ni pelo por todo el cuerpo, tal vez su visión no sea demasiado buena y gracias al tabaco tampoco su olfato, es posible que esté medio sordo pero, del modo que sea, Perico destaca sobre los demás humanos a la hora de una confrontación física contra otros animales.

“Fue acojonante, creo que voy a tener pesadillas y sueños eróticos con ello durante semanas” nos cuenta una cajera de Carrefour.

Sí, señoras y señores, aunque no queremos hacer publicidad de empresa alguna, ya que se niegan a pagarnos por ella, sólo podemos decir que Perico llegó a la sección de carnicería para descubrir que sólo quedaba un pollo entero vivo. “El placer de los pollos vivos no está en cocinarlos, está en morderles la cabeza para rematarlos” nos explica Perico.

Hombre sencillo con gustos sencillos. Sagitario amante de las noches de luna menguante y la piña colada, no dudó en lanzarse sobre el último pollo vivo que quedaba en el local.

Quiso la fortuna, o tal vez cualquier otra de esas metomentodo, que también hubiese otro cliente con los mismos intereses que Perico, otro sagitario amante de la piña colada pero con tendencia a las noches de luna llena buscando un pollo vivo para poderlo matar con sus poderosas y torpes garras.

“Pues sí, pudimos ver cómo Perico avanzaba por un lado del pasillo con las mandíbulas llenas de babas y moviéndolas cual hormiga ociosa, y por el otro lado avanzaba otro de nuestros asiduos compradores, un panda. La tragedia se mascaba en el aire a falta de otra cosa que mascar” nos explican los dependientes del citado Carrefour.

"Se puso morado".

La eterna batalla del hombre contra el panda siempre ha sido muy encarnizada, sobre todo cuando el panda lleva pantalones, gabardina, bufanda y sombrero. “Iba por el Carrefour como si fuese suyo, el muy cabrito, con su cesta de la compra en una mano y la lista en la otra. ¿Qué es esto de un panda en un Carrefour? ¡Es lo único que nos ha dado Europa! ¡Extranjeros por todos los lados! ¡España para los españoles! Los pandas que se busquen la vida” nos dice un exaltado.

Al cruzarse ambos ante el último pollo vivo de la tienda, no dudaron en gruñirse el uno a otro para mostrar su superioridad. El panda emitía fuertes gruñidos y Perico le hacía una estilizada muestra de su pene. “El enfrentamiento era inevitable”.

Fue Perico el primero en lanzarse sobre su contrario, “a mordisco limpio el tío ese le arrancó una oreja al panda, luego empezó a retorcerle los testículos hasta que las manchas negras se pusieron moradas” cuentan los presentes.

Enzarzados en la pelea como estaban no repararon en una anciana que compraba el último pollo vivo. “Vivo asustada tras recibir amenazas por parte de Perico y el panda” nos confiesa.

Finalmente, la guardia civil logró separar a los contendientes mandando a Perico al zoo y encerrando al panda entre rejas.

“Perico puede ser un hombre, pero un hombre que tiene arrestos para hacerle a un panda, lo que él le ha hecho por comida… yo pagaría por verlo” nos cuentan las autoridades.

Seguiremos informando.