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martes, 15 de noviembre de 2011

Productos del Himalaya.

¿Estafa o milagro?

"Se había comprado hasta un monje".

La moda de los productos del Himalaya empieza a ser ligeramente excesiva, y es que aunque la sal, bayas del Goji o los boquerones a la vinagreta de las cordilleras del Himalaya no sean malos para la salud, todavía ninguno de sus consumidores ha llegado a obtener los poderes de Iron-Man, de hecho, lo más fuerte que hemos visto ha sido Gafapasta-Man, que falleció ayer noche en un altercado con cuatro ladrones armados con cajas de cartón.
Como suelen empezar estas cosas, Ramón, pringado de pueblo de extrañas aficiones y dado a no hacer nada a derechas, empezó a interesarse por los productos que vienen del Himalaya. “Tenía hasta un monje metido en un terrario, hasta le había puesto un monasterio de cartón piedra para que se metiera dentro a barrer” nos explica su esposa.
Insistimos, por mucho que la publicidad diga que por comerte catorce kilos de bayas de Goji puedas tener la misma potencia física que un tren, hay que recordar que hay trenes parados también, y lo único que no os va a quitar ni dios es el cólico nefrítico multiforme…
Ramón empezó como muchos, “un día estábamos en un supermercado y vimos un paquete de sal del Himalaya, las palabras que leyó lo dejaron impresionado”. Explica su mujer.
Tras ver el paquete de sal no nos extrañó, las palabras fuerza, musculatura, batamanta, belleza, atractivo, pelo y gónadas estaban en la lista de partes que se desarrollaban con mayor intensidad con una dieta de productos con sal del Himalaya.
Pero no quedó ahí la cosa, ya que Ramón, tras meterse entre pecho y espalda todo el paquete con una sólo tortilla de un huevo, y tras beber catorce litros de agua por eso de que le había dado sed, empezó a sentirse más fuerte, o eso dijo.
“Estaba entusiasmado, decía que tenía que seguir y fue a comprar más sal, pero al pasar delante de un sitio de estos de estafas para gordos, se compró quince kilos de bayas del Goji afirmando que, según la dependienta, tenían poderes mágicos si las comía en la proporción adecuada. Por lo visto, la dependienta le enseñó el calendario de los bomberos del Himalaya que salen en pelotas, y claro, se pensó que todos eran así por allí arriba” explica su dolida esposa.

"Tuve que arrearle con un cartón de tabaco".

Tras las bayas, un vendedor le insistió en que el mejor producto del Himalaya eran sus boquerones a la vinagreta, que eran casi mitológicos. “Gastó mucho dinero, tuvimos que volvernos a hipotecar con el banco y no soporto ver cómo se sonríe el director cuando nos acercamos”.
Con el efecto placebo de una cena completamente del Himalaya, observado por su monje que negaba lentamente desde el terrario, barriendo los exteriores de su templo de cartón piedra y por su esposa, que empezaba a pasarlo muy mal, aseguró que tenía que dominar los poderes que tendría ahora, se puso ropa ajustada y salió a la calle.
Durante todo el día, según informes, vagó por las calles atento a cualquier llamada de socorro que pudiese llegar, y esta llegó cuando anochecía. “Pues sí, mis primos y yo estábamos dándole una paliza al estanquero por vendernos cigarrillos caducados, le cogimos cartones de tabaco y entonces apareció el tonto ese en una azotea diciendo que nos iba a dar la del pulpo”.
Según el informe policial, Ramón saltó desde la azotea confiado en sus nuevos poderes, el testarazo fue tremendo, “se partió la tibia y el peroné a la altura de la rabadilla”.
“Nosotros queríamos llamar a una ambulancia, pero él insistía en moverse y matarnos, tuvimos que arrearle con los cartones de tabaco”.
La policía ha dejado en libertad a los ladrones alegando que cualquiera habría hecho lo mismo en su situación, por su parte Ramón recibirá sepulcro debido a que trozos de cartón le entraron en la nariz, asfixiándolo.
Ya sabéis, nada de productos del Himalaya.
Seguiremos informando.

2 comentarios:

  1. En pocas palabras, nada como los productos de nuestra tierra, son los mejores del mundo.
    Me encanta la noticia, o sabes, siempre soy la primera en leerla!!!!

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  2. Boquerones a la vinagreta de la tierra, eso si que es sano.

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