Atención, la redacción de Ex – Mundo advierte: Este piriódico no es apto para su lectura durante la conducción de maquinaria pesada, vehículos por autovía, durante la ingestión de alimentos sólidos o en situaciones de peligro extremo. Con este aviso deseamos evitar más muertes, gracias por su atención.

miércoles, 3 de abril de 2013

Un yogurt pierde los estribos al saber que ya no tendrá fecha de caducidad.


Le pasaría a cualquiera.

“Hemos sacado dos yogures de la sección de limpieza”.

Como todos sabemos ya, el gobierno ha decidido que los yogures ya no tendrán fecha de caducidad sino una fecha de “consumo preferente”, que viene a ser lo mismo pero impone menos respeto.
“Se ha muerto porque se ha comido 20 yogures caducados”, pues mira, uno piensa “oye, pues tiene sentido”. Pero ahora lees “se murió por comerse 20 yogures después de pasada la fecha de consumo preferente” y piensas “menuda mariconada, si es que la gente ya no aguanta nada”.
La cuestión no está en cómo nos afectará esto a los consumidores, porque, siendo realistas, con la crisis ya no tenemos ni para yogures, así que nos la trae un poco floja porque la comida de los contenedores, aunque caducada, tiene bacterias que matan a las bacterias malas. Sí, somos afortunados.
Pero este clima de dudas y miedos hace que la tragedia esté en el aire, y que se masque, a falta de otra cosa con más sustancia que mascar (de nuevo por el tema de la crisis). Ha sucedido en Carrefur de Amposta cuando, en la sección de congelados, apareció un yogurt.
¿En la sección de congelados?, pues sí, en esa sección, y no es que me haya vuelto loco, ni tampoco que los empleados de Carrefur hayan decidido que sea el mejor sitio para el yogurt, no.
“Ha sido una protesta” nos explica uno de los empleados. “Una protesta muda, hemos sacado otros dos yogures de la sección de limpieza y a un niño pequeño de un congelador, pero al ver que no aparecía la madre lo hemos vuelto a meter para que se mantenga fresco. También había una barra de pan en la sección de mascotas, pero eso no viene al caso”.
Sí, queridos lectores, nuestros alimentos empiezan a sublevarse lentamente pero de manera clara y desafiante.
“Estaba en medio del pasillo, de pie, mirándome con la fecha de caducidad raspada de su tapa, con todos sus bífidus rezumando odio. He pasado un mal rato, incluso ha desaparecido mi hijo, y sé que lo han secuestrado ellos, los yogures. Ahora tengo mucho miedo” nos relata una clienta que salía corriendo del establecimiento.

“Los de bífidus son los peores”.

El yogurt rebelde ha provocado que la policía acudiera al establecimiento, varios agentes de la policía local, mossos, un agente de la Guardia Civil y aficionados al Call of Duty que trataron de evitar que la cosa llegara a mayores.
“Es lo más terrible que he visto en mi vida” nos cuenta uno de los agentes, “el gobierno ha querido taparlo todo, nos pidieron que le pusiéramos al yogurt una chapela y dijéramos que era cosa de ETA, pero no nos atrevíamos a acercarnos, podíamos ver en su aspecto embrutecido por gotas de humedad que no iba a tolerar nuestro contacto”.
Finalmente los agentes redujeron al yogurt inconformista, a costa de heridas y mordiscos, uno de los agentes perdió la pierna en el intento “pero no nos preocupamos, seguro que aparece cuando no la esté buscando”.
Las autoridades se llevaron el yogurt para que se calmara en una celda y tomarle declaración. Ahora nadie sabe qué era lo que buscaba el yogurt, pero los empleados de la tienda están preocupados.
“Cuando pasamos por la sección de lácteos, tenemos la sensación de que nos siguen con la mirada. Los de bífidus son los peores, porque les hierven las bacterias y, si te comes uno, hacen que te cagues encima, literalmente”.
Se esperan nuevas protestas por la medida en centros de todo el mundo, pero el clima de tensa tranquilidad parece indicar que las cosas están controladas por el momento.
“A mí esto de los yogures manifestándose no me parece mal, yo he venido a comprar carne y me he encontrado un niño en un congelador, y claro, me lo llevo para esta noche que tengo cena familiar. No tiene fecha de caducidad, pero parece un poco mustio, la cajera me ha dicho que es fresco, pero no la creo” nos explica otro cliente.
Desde la redacción, les recordamos que no compren nunca yogures cuya fecha de consumo preferente haya pasado, en especial esos que ya hayan desarrollado la capacidad de moverse por sí mismos, que tengan una sustancia verdosa-negruzca saliendo de ellos o que le sigan por el pasillo en busca de un hogar.
Si come uno de esos yogures, podría ser usted quien abriese la próxima noticia de Ex – Mundo, no sería la primera vez que los yogures causan una muerte.
Seguiremos informando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Lector, puedes comentar, y no te preocupes si no tienes nada importante que decir, puedes insultar también o mandar amenazas... en Ex-Mundo, estamos acostumbrados.