Las autoridades piden precaución, o en su defecto, mucho cuidado.
"Me agarró la pierna y trató de hundirme".
Todos sabemos que bajo el agua hay montones de cosas, por ejemplo… no sé… más agua… pececitos de colores, pececitos en blanco y negro, en tono sepia, en 3D… no sé, nunca he estado debajo del agua ni conozco a nadie que viva allí.
A veces, en algunos puntos del mundo, se rumorea sobre la visita de grandes especies de las profundidades abisales, criaturas aterradoras de gran tamaño como calamares gigantes, pulpos gigantes, Zapatero en bañador, tiburones gigantes… de todo, y hay muchísimas pruebas de su existencia a tanta profundidad que cualquier ser humano se cansa a mitad de camino.
El mar es un misterio, sin embargo, en las playas de Cádiz ha sido posible divisar un calamar que… digamos, se cree que es una de estas especies.
Gustavo, es como lo han apodado los dueños de los hoteles y chiringuitos cercanos, es un calamar, un bicho vulgar, no más grande que una mano, sin embargo, según los expertos (sí, hay expertos en esto) “tiene un profundo trastorno que le hace creer que es un calamar gigante”, según las palabras de un psicólogo de calamares.
No se sabe si por ver la tele, si por perder a sus padres a manos de mariscadores en barca o por qué, sin embargo, este calamar, a su manera, trata de asolar las playas gaditanas con mucha, mucha… ¿mala leche?
“A mí se me agarró, me enganchó la pierna y trató de llevarme al fondo, pero la verdad, el bicho era tan canijo, que salí del agua con él enganchado, creyéndose que me arrastraba, por pura pena lo devolví al agua”.
"Llegó a atacar un carguero".
No sólo atacó a bañistas, este adorable bicho con delirios de grandeza, decidido a atacar y destruir todo lo que cae en sus tentáculos, llegó a atacar un carguero cercano a las playas. “Cuando lo vi agarrado al casco, con cara de querernos matar a todos, di alerta general, por si acaso, a mi cuñado lo hundió un grupo de percebes hace unos meses y uno no puede fiarse ya, sobre todo cuando lleva un carguero lleno hasta los topes de mercancía de China”.
Gustavo se ha convertido en la atracción turística local, montones de investigadores han sido atraídos y avanzan entre hordas de guiris enrojecidos por el sol, atentos a las apariciones de Gustavo.
Según parece, Gustavo sufre un trastorno que le hace creerse un calamar gigante, aunque le queda mucho tiempo aspirar al puesto de kraken local, una dieta con muchas calorías y bañistas poco cautelosos podría ayudarle a cumplir su sueño, sin embargo "un bañista, viendo lo que hace, le podría durar un mes entero si fuese capaz de herir la piel de alguna persona".
Desde luego, los hosteleros lo apoyan incondicionalmente, deseosos de una bestia marina asesina que potencia el turismo porque "a la gente le gusta el morbo de ver cómo se come a alguien".
“Suele aparecer entre las risas y el descojone general, cuando se agarra a la pierna de un bañista o a una tabla de surf, es divertido verlo intentar hundir o devorar a su presa”.
Por el momento, aprovechando el verano, los lugareños disfrutan de la expectación que levanta Gustavo, llegando gente de todo el mundo para ver a “La bestia gigante de las profundidades” y fotografiar a Gustavo mientras mordisquea la pierna enrojecida de algún guiri.
Desde la redacción, agradecemos que la contaminación sólo les dé a las criaturas marinas delirios de grandeza y no un tamaño desmesurado, mucho mejor, dónde va a parar.
Seguiremos informando.
calamares con delirios de grandeza, gatos que leen mamotretos... el mundo animal está lleno de criaturas asombrosas!
ResponderEliminarFelicidades por una noticia tan buena, hacía días que no me reía a base de bien. Gracias, J.J!
Me alegro mucho, espero mantener la línea, es que uno a veces tiene ocurrencias raras y claro, lo pagan los animalicos.
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