Te puede traer problemas, así que no dejes que se entere
nadie.
“Las denuncias acaban con el amor”.
En estos días tan extraños hay dos cosas que se han puesto muy de
moda: Los smartphones, y robar dinero público. La noticia de hoy no tiene nada
que ver con ninguna de las dos cosas.
Lo que sí tiene mucho que ver con nuestra noticia de hoy es el acoso
sexual, pero como hay muchas personas que no están muy dadas en el asunto,
pondremos dos ejemplos:
Ejemplo 1 – Invitas a una chica a cenar, la llevas a un sitio bonito y
lo pasáis bien, luego dais un romántico paseo por el parque y finalmente, os
besáis porque la vida es corta y ella es preciosa, o incluso él es precioso.
Esto es un ejemplo de NO acoso sexual.
Ejemplo 2 – Invitas a una chica a cenar, pero antes de la cena te
cuelas en su casa y le robas la ropa interior, hueles su pijama, te revuelcas
por su casa y luego, durante la cita, la llevas a un sitio feo y tratas de
hacerle cosas feas mientras que llevas su ropa interior en el bolsillo de tu pantalón.
Por sorprendente que os parezca, esto SÍ es acoso sexual.
Evitar el acoso sexual tiene muchas ventajas, desde una buena relación
de amistad con la persona a la que acosarías, hasta evitar esas sórdidas
denuncias que le quitan todo el amor al asunto.
Y a Ex – Mundo ha llegado la noticia de que un ser deleznable ha sido
arrestado por la guardia civil después de recibir las airadas quejas de la
víctima.
Hace sólo unas horas Raquel
Cruz, una joven escritora, denunció
por acoso a un calamar que, según ha dicho la propia demandante: “me decía
cosas feas por teléfono, me dejaba animalitos muertos en el buzón y trataba de
meterme mano cuando estaba distraída”.
“Incluso dejo que vengan asiáticos”.
Cuando los agentes de la benemérita llegaron a la casa del sospechoso,
descubrieron que realmente era un acosador. “Tenía una habitación llena de
fotos de la susodicha, además había escrito varios poemas obscenos para dejarle
en su buzón, escritas con su propia tinta, lo que es una obscenidad”.
Sí, queridos lectores, han oído bien. Agustín conoció a Raquel
mediante una red social. “El no me dijo en ningún momento lo que era, pero
claro, a mi no me importaba porque yo pensaba que era sólo un amigo más, nunca
pensé que pasaría lo que ha pasado”.
Sin embargo, parece ser que llegaron a salir juntos en una ocasión “a
tomar algo y charlar de literatura”, según la propia demandante. Fue entonces
cuando la pobre chica descubrió la verdad sobre Agustín.
Es un calamar.
“A ver, a mi no me parece malo que sea un calamar, en mi bar somos muy
tolerante, incluso dejo que vengan asiáticos, así que cuando el calamar me
pidió una cerveza, pues le serví como mejor pude y me puse a otra cosa” nos
explica el dueño del local.
“Esta clase de criaturas son de ideas fijas, y parece ser que cuando
el calamar conoció a Raquel, se obsesionó con ella. Ya hemos tenido casos
similares fuera de España con un calamar
que se obsesionó con una señora, llevando su locura hasta el final”, nos
explican las fuerzas de seguridad del estado.
Por fortuna todo ha terminado para esta pobre chica, ya que Agustín
podría pasar a la sombra una buena temporada: “Seguramente termine en la
cárcel, y ya se sabe lo que dicen de los calamares y la cárcel. A los calamares
siempre se les cae el jabón”.
Seguiremos informando.
jajajajaja aún me acuerdo la primera vez que Agustín me llamó desde una fría cabina de teléfono. Era de noche, llovia y su voz me susurraba cochinadas desde el otro extremo xdddd. En fin, que como siempre lo bordas, niño! me ha encantado hablar para tu periodico XDDD. Un besazo!
ResponderEliminarSiempre lo he dicho, los calamares son puro vicio, si dejas que un calamar entre en tu vida, tienes un problema, porque son como perrillos en celo.
ResponderEliminarUn placer ha sido para mí, y otro besazo para tí, guapa xD.
Jajajajaja Raquel, hija, estas cosas se avisan y nos hubiéramos hecho un pulpo a la gallega de los buenos :P
ResponderEliminarEnone, pues pronto te toca a tí, que te debo la entrada publicitaria.
Eliminar