“Pelota”, “Bola de grasa”, “cría de cachalote” y “puto gordo”
son algunos ejemplos.
“Yo tenía un amigo gordo en la pandilla”.
Desde hace siglos el ser humano ha ido cambiando de aspecto poco a
poco, empezando por insignificantes partículas unicelulares, hasta señores con
traje de chaqueta que roban dinero público. Eran otros tiempos, desde luego,
cuando no importaba cómo fuesen los demás, sólo contaba cómo fuese uno mismo.
Pero hoy día ya no, hoy día también cuenta, y mucho, como son esos
malditos niños gordos, y con la finalidad de terminar con los niños obesos,
nación la iniciativa “El estirón”, para que los niños crezcan delgados y sanos.
No han sido pocas las voces de protesta en contra de esta iniciativa,
personas como el doctor Patrocinio, experto nutricionista: “Cuando yo era
pequeño, iba siempre con tres amigos, y uno de ellos, era gordo. Al gordo lo
insultábamos, le gritábamos y, cuando hacíamos algunas trastadas, el gordo era
el que corría menos y al que siempre cogían y lo ponían tierno a palos. Yo no
quiero que eso se pierda, quiero que mi hijo pueda disfrutar de eso”.
La hecatombe que significaría el final de los niños con sobrepeso, no
sólo afectaría a las pandillas, que
perderían al niño gordo e impopular que hace las veces de muro de contención de
las iras de sus compañeros y mira los escaparates mientras se relame, sino que
podría afectar a nuestro planeta de maneras insospechadas.
“Bueno, si ahora criamos una generación de críos sanos y delgados,
¿quién se va a comer toda la porquería que vendemos nosotros?” nos preguntan
desde McDonals.
“Los gordos son brujas”.
Por otro lado, psicólogos del programa “El estirón” han decidido que
es mejor ser más directos con los niños obesos, usando todo lo que tengan a su
disposición en una agresiva campaña. “La creencia popular está equivocada en lo
de que, al decirle a un niño con sobrepeso que está gordo este se deprimirá.
Los gordos no son como nosotros, no piensan ni sienten así y los insultos e
incluso alguna que otra colleja bien propinada, podrían ser un refuerzo tan
positivo como las buenas palabras. Además, es bueno recordarle a los niños
obesos lo gordos que están porque, a lo mejor, no tienen espejos en sus casas y
ellos solos no se han dado cuenta”.
También se han modificado las técnicas de reeducación para estos
niños. “Antes les dábamos un dulce con electrodos y nos descojonábamos viendo
cómo se daba calambrazos, pero ahora cada vez que muerde el pastel lo
perseguimos dándole la del pulpo con palas de cricket, así el niño coge miedo a
los alimentos de este tipo y hace ejercicio”.
Otra técnica novedosa es la técnica “Torquemada” que da por sentado
que todos los gordos son brujas y hay que quemarlos en la hoguera, el calor
deja a los niños delgados y atléticos.
Desde luego, desde Ex – Mundo recordamos que esta noticia no es más
que una cariñosa broma, confiamos que pronto se termine con todos esos malvados
niños con sobrepeso que están asolando el país.
Recuerden, si tienen algún amigo más rubenesco de lo normal, sean
hirientes, sean agresivos. Posiblemente esté gordo porque no tiene espejos,
pero hagan que mire hacia sus pies y cálmenlo cuando no los encuentre.
Seguiremos informando.
De verdad que entradas de este tipo me hacen reír como la que más (y sentir pena por esos pobres niños) pero siempre que voy a comentar me quedo muda, sin palabras.
ResponderEliminarHala, 4 líneas de comentario y no he dicho nada.
Sigue así.
Mª José
Vivan los gorditos! son la salsa de la vida y nunca pasarán de moda. Los gorditos si que son inmortales. De cuantos apuros me ha salvado a mí un gordito, cuando iba en pandilla. Totalmente cierto xd. Un besazoo!
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